
Cuando el viento bañó sus ojos de arcoíris, ella ya se había ido.
En sus anchos arcos que dibujaban sus cejascobijó por unos instantes la figura esmaltada, un cuerpo de carne del mundoanimada. Ella era la tierra animada porel soplo primordial, vagando entre los deseos humanos y anhelos desesperados,atraída hacia su amor trascendente.
Cuandoel viento del sur...