“Maestro: a quevienen los Avatares a la Tierra?”
Preguntó con ingenuidad un joven reciénllegado frente a los discípulos másavanzados del Maestro.
Travieso como unniño, como si ya conociera el caminoperdido y encontrado muchas veces,contestó:
Preguntó con ingenuidad un joven reciénllegado frente a los discípulos másavanzados del Maestro.
Travieso como unniño, como si ya conociera el caminoperdido y encontrado muchas veces,contestó:
-Pasamos de lacueva al bosque, útero materno y terrestre, para superar el miedo a lo desconocido. Es la iniciación delos ascetas retirarse a una cueva para iluminarse.
-Florecemos enlos deseos frente al árbol que da frutos, para perpetuarnos como especie. Es lainiciación de los místicos apartarse de la familia para meditar debajo de unárbol para iluminarse.
-Nos retiramosal desierto para cerrar el círculo de nuestras culpas por lo que hicimos alleón todopoderoso del ego y a laserpiente astuta del instinto de supervivencia, fuera de las leyes. Es lainiciación de los guerreros de enfrentarse a sí mismos en batalla.
-Finalmentedejamos entrar al amor para no sentirnos solos y recibimos a toda la humanidadpara liberarla. Es la iniciación del Hombre y la Mujer en la eterna danza de lo femenino y masculino porrealizar su propósito.
-Pero nuestra humanidad tiene una peculiar manera: noslibera a través de la crucificción.
-Así volvemos aentrar al útero cósmico para que otra Madre de el paso a la Consciencia pararecibir al Padre desconocido de nosotros mismos.
Entonces eljoven ante la boca abierta de los discípulos simplemente comentó:
“Solo me resta tomar mi cruz y seguirlo”.
-Caerás tresveces, sentenció al aspirante, perotendrás a cuatro Marías que te ayuden a levantarte-, luego sonrió y se rascó subarba blanca, levantó sus cejas, mientras los discípulos avanzados escucharon acostumbrados a leer sus labios en silencio:
-… me negarás tres veces antes que despiertes,pero antes, tendrás que ser juzgado portraicionarme sacrificándote como un cordero sin decir palabra-.
Por B Sísul.
-Florecemos enlos deseos frente al árbol que da frutos, para perpetuarnos como especie. Es lainiciación de los místicos apartarse de la familia para meditar debajo de unárbol para iluminarse.
-Nos retiramosal desierto para cerrar el círculo de nuestras culpas por lo que hicimos alleón todopoderoso del ego y a laserpiente astuta del instinto de supervivencia, fuera de las leyes. Es lainiciación de los guerreros de enfrentarse a sí mismos en batalla.
-Finalmentedejamos entrar al amor para no sentirnos solos y recibimos a toda la humanidadpara liberarla. Es la iniciación del Hombre y la Mujer en la eterna danza de lo femenino y masculino porrealizar su propósito.
-Pero nuestra humanidad tiene una peculiar manera: noslibera a través de la crucificción.
-Así volvemos aentrar al útero cósmico para que otra Madre de el paso a la Consciencia pararecibir al Padre desconocido de nosotros mismos.
Entonces eljoven ante la boca abierta de los discípulos simplemente comentó:
“Solo me resta tomar mi cruz y seguirlo”.
-Caerás tresveces, sentenció al aspirante, perotendrás a cuatro Marías que te ayuden a levantarte-, luego sonrió y se rascó subarba blanca, levantó sus cejas, mientras los discípulos avanzados escucharon acostumbrados a leer sus labios en silencio:
-… me negarás tres veces antes que despiertes,pero antes, tendrás que ser juzgado portraicionarme sacrificándote como un cordero sin decir palabra-.
Por B Sísul.
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