Amig@s: Continuamos con nuestra entrega de cuentos:
La armonización de la madrugada llegaba directo al corazón, la brisa traía los perfumes de las flores del ashram y el olor a excremento de las vacas pastando, estimulando nuestro olfato. El sendero de la vía láctea resplandecía como un cartel luminoso, indicándonos donde estaba la ruta y la dirección correcta para el día.
La armonización de la madrugada llegaba directo al corazón, la brisa traía los perfumes de las flores del ashram y el olor a excremento de las vacas pastando, estimulando nuestro olfato. El sendero de la vía láctea resplandecía como un cartel luminoso, indicándonos donde estaba la ruta y la dirección correcta para el día.
Desde la cámara
iniciática, como un fuerte inexpugnable del fuego del espíritu en lo alto de la montaña, el Mandala octogonal
transmitía al universo que el camino
iniciático estaba despejado para los que osan.
La práctica del Wu shu con bastón, nos despertaba los músculos
dormidos y nos animaba a revivir nuestras propias leyendas guardadas en el alma
como guerreros samuráis.
Como si supiera el Maestro de nuestros pensamientos, después de
desplegar toda su potencia de SER en el ceremonial, a través del ritual simple
y sencillo como todo lo que abre la puerta hacia la trascendencia dijo a los presentes:
-“Ustedes mis discípulos
me recuerdan mi pasado y yo les manifiesto su futuro. Así es”.
-“A veces algunas de ustedes, refiriéndose a las damas que lo
acompañaban, me recuerdan mis valerosos guerreros o lugartenientes, en la época
cuando eramos samuráis, pero ahora vienen para otra guerra”.
Una de ellas aprovechando la oportunidad dio un salto y le dijo:
-“Maestro, el cartel que puso yo lo escribiría así”:
-“NO SE META EN UN PROBLEMA INCIÁTICO: En vez de usar condones no sea promiscuo! Con una mujer basta,
más de una es insatisfacción...acuéstese sólo con una mujer y no trate de huir de su
madre dejándolas a todas"...
Lo adulterado es porque perdió la integridad, los opuestos, lo
adentro y afuera, lo femenino y masculino reunidos, al estar separados uno
queda como la harina blanca refinada pero sin nutrientes, sin vida”.
Al Maestro se le pusieron sus ojos brillantes, como cuando descubría la
comprensión de sus discípulos, tomó su pausa con tranquilidad ante el ataque
frontal recibido y le contestó:
Así es, reunidos la mujer y el hombre como dos columnas pueden
alcanzar la construcción de un nuevo hogar como templo, acceder al
tercer peldaño de iniciación, donde se recreen los pequeños y grandes misterios
de la VIDA.
por Sisul.
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