Pasaron los días. El discípulo observó al maestro construir un Mandala con granos de arroz y arenas de colores. Al terminarlo, no espero que la lluvia bañara los colores y las formas, ni que se entremezclaran en un pequeño flujo hacia el río de vertiente que pasaba por el ashram. De repente lo destruyó completamente.
El discípulo sorprendido, sintió pesar por perder la obra mas hermosa que había visto del Maestro, casi murmurando le dijo: Entonces...Todo Cambia!, nada permanece para siempre, mostrándole al Maestro que entendía el significado de la Vida. El Maestro lo miró a los ojos y sonrió, con la sonrisa que expresan los labios de un BUDHA y dijo susurrando:
El SIEMPRE permanece, COMO UNA COLUMNA DE VIENTO…COMO UN GRANO DE SAL…
Dicen que el discípulo se mantuvo en silencio durante diez años por haberse descubierto en su soberbia mental y su búsqueda de sobresalir para que el Maestro lo tomara en cuenta. Finalmente le dijo al Maestro: Maestro no entiendo…
Riéndose a carcajadas, el Maestro le dijo: Todavía no te diste cuenta que era un chiste, ven, le dijo y lo abrazó. Entonces el Discípulo acompañó la carcajada del Maestro en su abrazo.
Sin darse cuenta compartió su Iluminación.
por Sisul.
por Sisul.
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