Terapia Holográmica: Sanación del Alma

lunes, 22 de octubre de 2012

Cuentos para Meditar ZenTao · IX · La Guerra y la Paz

Terminado de comer el Maestro tomo sus platos y cubiertos y se levantó, pese a la insistencia de las hermanas de que ellas lo lavarían. Ya en el piletón aproveché para preguntarle mientras lo observaba en su ritual de limpieza de los elementos:
-Maestro  si en la Era pasada de Piscis  teníamos que luchar contra el enemigo hereje, a través de las cruzadas y de las inquisiciones para defender nuestra fe, ahora como será nuestra guerra en esta Nueva Era de Acuarios para defender nuestra consciencia?
-Los artistas marciales hablan mucho de la guerra  y del  espíritu guerrero que defiende a los pobres de los avaros, a las doncellas de los lobos, a los trabajadores de los usureros, a los creyentes de los herejes. O sea que la guerra existe en todos los planos, un simple resfriado  ocasiona una guerra en nuestro cuerpo de dimensiones catastróficas entre los glóbulos blancos y los virus por sus supervivencias.
-Y en esta confrontación continua  de los opuestos para mantener un poco más  la salud por sobre la enfermedad, surge la capacidad de defenderse en el organismo mismo, beneficiando la totalidad del cuerpo. Si Solo quedasen  los glóbulos blancos nos destruiríamos, como cuando la humanidad esta dirigida por militares.
-Hay un dicho beduino que dice: “la Verdad puede andar sin armas por el mundo”.
-Pero para llegar a la Verdad hay que tener Consciencia de Ser  y para tener Consciencia de Ser necesitamos primero integrar los opuestos como experiencias del alma, sino desde la mente el pobre defendido se vuelve avaro, la inocente y atractiva doncella se transforma en loba, el trabajador en sindicalista, el creyente como hereje,  la salud como enfermedad etc. .
-Por eso en este mundo siempre la guerra no se acaba y entonces garantiza que haya trabajo para el médico, el terapeuta, el político y el sacerdote. Si usamos nuestra mente para combatirlos el médico nos inyecta una vacuna letal, el terapeuta nos encierra en un manicomio, el político en la cárcel, el sacerdote nos manda al infierno.
-Porque la Consciencia no está al servicio de la mente o sea de nuestro ego, sino está al servicio del  Plan Cósmico de la existencia que honra, venera y celebra. La Paz es una virtud de la Consciencia sino es simplemente un anhelo de la mente.
-Recuerdo Maestro cuando un anciano de la Orden Martinista de 9° grado me dijo a los ojos llorando: te acuerdas, padre de dios,HelPai ,cuando resistimos en Langue Doc y perecimos juntos.
-Si así es, ahora venimos para una guerra que no está afuera en  grupos o instituciones, sino que está adentro de nosotros mismos. La mente separa en opuestos, la Consciencia de Ser integra los opuestos.
-Al principio, en la formación de las escuelas iniciáticas de la nueva era para dar a luz a los acuarianos, surgieron guerritas entre teosóficos  y metafísicos, luego entre lunares y solares, entre chamanes y teúrgos, entre intelectuales e iniciados, entre terapeutas  y sanadores, astrólogos y yoghis.
-En la medida que funcionen en el mundo las Cámaras de Alta Iniciación, nuestra Consciencia de Ser se afirmará en nuestra vida y las guerras santas se acabarán con el opuesto integrado  en  un Yo Mismo
-Maestro, dígame como en entre casa, que hace con sus enemigos?.
El Maestre Gregoric Alejandrovich  más conocido como Sun Wun Kwon generó dos líneas una esotérica metafísica  y otra Iniciática. El Maestre de la Ferriere integró oriente y occidente, cuando se fue, aparecieron por su enseñanza los “lunares” y los “solares”, con el Maestre Estrada surgió la dualidad Solares del Norte y del Sur, con el Maestro Díaz el chamanismo y la teúrgia, con el  Maestre Marchelli la línea evangélica y terapéutica, ahora  el Yoghismo y el taoísmo.
No, Maestro, ¿Ud. qué hace, sea más directo?.
El Maestro sonrió como el que sabe que hay dentro de una caja de regalo y no lo dice.
“Bien, ya que insistes…”mientras se rascaba su barba tranquilamente,” yo les doy el dulce para sacarlos de su madriguera. Mi Maestro me decía:”a las serpientes  las pongo sobre las rocas para que no me destruyan por debajo la Obra sin darme cuenta”.
-Gracias Maestro, con razón me apoya a pesar de mis defectos que me conozco y me insta a ocupar puestos de jerarquía en la Hermandad.
Riéndose con ganas, mientras se arremangaba la camisola para terminar de secar los trastes, me dijo:
-Ya que vienes al Ashram a morar dos años, te digo, bienvenido al Avispero!
-Maestro, estas avispas no pican-, replico.
Ya dejando el patio de limpieza, nos  encaminamos por el bosque de álamos plateados para disfrutar un momento de sol y sombra. Poniéndose sus lentes oscuros y su boina pararrayos me  dijo mientras se acostaba sobre las rocas calientes al cielo azul despejado:
-”Entonces espero que no seas tú el que las agite”.
Por Sisul

 

 

 

 

 

 

 

 

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