Amig@s de RedEHS, les compartimos éste mensaje de Antonio Elio Brailovsky
Queridos Amigos:
Aquellas personas que hayan asistido a mis cursos saben que es bueno
desconfiar de los mensajes que recibimos con respecto al tema residuos. Lo
habitual es que se culpe al consumidor del exceso de basura de nuestras
ciudades y se proponga como única solución una conducta ciudadana de reducir,
reutilizar y reciclar.
Todo esto es bueno, pero deja afuera la responsabilidad de las grandes
empresas que fabrican los mismos productos que terminan rápidamente en la basura.
Es sugestivo que casi todo lo que sabemos de esos productos es a través de las
mismas empresas que nos los venden. ¿No querrán ocultarnos algo? ¿No sería
bueno buscar otras fuentes de información, por fuera de la industria
electrónica?
Estas empresas tienen una estrategia que llamamos de obsolescencia
programada, que consiste en diseñar productos cuya vida útil sea lo más breve
posible. Finalmente, nos hicieron creer que ésa es la única posibilidad de
satisfacer nuestras necesidades.
A veces sentimos voces que llaman la atención sobre la basura
electrónica y nos señalan la cantidad de toneladas de residuos peligrosos en
que se transforman los productos que usamos y tiramos.
En esta entrega quiero invitarlos a reflexionar sobre el otro extremo de
esa misma cadena productiva. Para producir computadoras, teléfonos celulares y
otros objetos que pronto terminarán en la basura se necesita utilizar una
enorme cantidad de recursos naturales, algunos de ellos estratégicos.
El coltán es un mineral escaso, muy utilizado por las empresas que fabrican estos
mismos productos electrónicos a través de los cuales nos estamos comunicando
ahora.
Existe una fuerte competencia entre esas empresas para obtenerlo, y en
este momento, su mejor proveedor es el mercado negro. Como ha ocurrido a lo
largo de toda la historia humana, nadie pregunta demasiado cómo se obtienen las
materias primas que va a utilizar. El coltán está en el
origen de varias de las guerras tribales de África. Hay explotaciones
clandestinas de coltán en varios países latinoamericanos,
que se realizan en condiciones brutales sobre las comunidades afectadas y su
ambiente.
Las autoridades colombianas acaban de decomisar un cargamento ilegal de
esta sustancia. Lo que encontraron fue una historia de sordidez que contrasta
con el mensaje de felicidad que nos transmite la publicidad de las mismas
empresas que la utilizan, escondiendo de dónde la obtienen y en qué condiciones
sociales y ambientales se hace la explotación de ese recurso.
Detrás de esta historia hay comunidades indígenas esclavizadas, crímenes
en la selva, contaminación de cursos de agua utilizados para beber por el uso
de sustancias de alta toxicidad. Los inversores que ofrecen coltán a los
fabricantes de esta computadora son los mismos grupos de la violencia
organizada de Colombia: la guerrica de las FARC y las Bandas Criminales
Emergentes (conocidas como BACRIM), que son grupos mafiosos con conexión con
los paramilitares y los narcos locales. A ellos se agregan los narcos del
cartel mexicano de Sinaloa, que, además de obtener ganancias extraordinarias,
utilizan este mecanismo para blanquear los dineros de la droga.
En esta entrega, ustedes reciben:
En esta entrega, ustedes reciben:
Un informe
periodístico publicado por el diario Nuevo Siglo, de Bogotá, el 7 de octubre de
2012, sobre la trama siniestra que existe detrás de estos productos que se nos
presentan como tan amigables con el usuario.
El recordatorio
de mi libro "Buenos Aires, ciudad inundable", una
historia ecológica de las inundaciones en dicha ciudad, que muestra el proceso
de construcción social de los desastres ambientales. Aquellas personas a las
que les interese adquirirlo, pueden comunicarse con el editor en los correos
electrónicos: rivas@kaicron.com.ar y kaicron@kaicron.com.ar
La obra de arte
que acompaña esta entrega es "Mineros en busca de la libertad", un mural
del artista ecuatoriano Oswaldo Guayasamín. Se encuentra en la Capilla del
Hombre, en Quito, forma parte de un enorme proyecto artístico para mostrar el
dolor humano y muestra situaciones como las que describe la investigación
periodística que acompañamos.
Un gran abrazo a
todos.
Antonio Elio
Brailovsky